Mucho más que un Bar. Captar la escencia de un barrio y de un bar histórico en el mismo, no es tarea fácil si no se ha pasado nunca a sentarse en una mesa del mítico Bar Ibérico. Allí pudimos soñar, convertirnos en parroquianos y también aprender a hablar el idioma de los que aman el Ibérico tanto como a una buena juntada con amigos y con vecinos un día de partido. Salud ´por el Ibérico y por sus contenidos geniales que lo pintan de amigo en cada una de sus historias.